La importancia prestacional de los médicos de familia

En el marco de la atención de la salud, el primer escalón del proceso de toda atención integral por el cual la medicina se ajusta a las necesidades cambiantes de la persona en la sociedad, es el profesional médico encargado del cuidado primario de la salud.

Hoy se acepta a estos profesionales como médicos de familia, integrantes del primer nivel de cobertura prestacional, ya que por su carácter de generalistas y su especialización social, tienen una perspectiva integral del estado de salud-enfermedad de los pacientes a su cargo.

Estos atienden las dolencias prevalentes y se orientan hacia la optimización en el uso de los recursos disponibles, prestando un servicio médico preventivo y participativo.

Normalmente, las metas primordiales de un médico de familia son: el diagnóstico precoz y el conocimiento del núcleo familiar, su trabajo, sus costumbres, antecedentes patológicos y secuelas detectadas.

La actividad de los médicos de familia no se puede encuadrar estrictamente en el ámbito médico-asistencial, ya que la misma va más lejos y se extiende al terreno social, donde se estudia al paciente en el contexto en que vive, la familia y el ámbito social. Debe entenderse que estos integrantes son determinantes de muchas patologías que afectan la psiquis y que repercuten en el organismo.

La incursión de los médicos de familia en el campo social de los pacientes debe encuadrarse en un marco que representa un sistema de valores múltiples, dentro del cual se puedan abordar los problemas específicamente médicos.

El compromiso de un médico de familia con el beneficiario de la Obra Social es fundamentalmente con la persona, a quien va a dar atención mediante sus conocimientos.

Puesto que la persona que será atendida tiene una estructura psico-orgánica libre, dinámica y evolutiva en cuanto a su hacer, el compromiso que contrae el profesional de la salud implica una atención vigilante, continua y responsable.

La continuidad está dada por el grado de empatía médico-paciente que se logre. Ello permite que el médico de familia se interiorice de la personalidad del paciente, establezca la repercusión psicosomática de la enfermedad y detecte otras repercusiones sobre la vida en sociedad.

El compromiso adquirido por el profesional médico obliga a que éste interprete la enfermedad del paciente en un contexto familiar y social.

Esta misión global permite que el médico de familia realice una lectura mucho más amplia de la dolencia que se trata, introduciendo en ella posibles aspectos psicológicos y sociales que, a la vez, habilitan para comprender creencias, necesidades y apetencias, como también posibles carencias. Todos ellos son factores, que de alguna manera inciden en la evolución de la enfermedad.

Es así como el médico de familia se transforma en el primer eslabón del sistema de salud, ya que este conocimiento le permite un enfoque globalizador para dar satisfacciones adecuadas en el tratamiento de las enfermedades.

Aceptando también que la clave de una atención médica adecuada involucra la prevención y promoción de la salud, el médico de familia se encuentra en condiciones de utilizar el contacto con sus pacientes para aplicar ese enfoque y posibilitar el uso de sus beneficios.

El médico de familia debe así, para nuestros afiliados, formar el primer eslabón de la red prestacional de atención de OSMISS, ya que se lo debe considerar como asesor, guía y orientador dentro de los servicios de salud, para lo cual debe conocer al paciente a los efectos de brindarle el mejor consejo para una mejor calidad de su atención.

Podemos decir así, que el médico de familia resulta ser un clínico coordinador, que no solo evalúa las condiciones de sus pacientes y les aconseja ajustadamente, sino también que unifica y procede al análisis de todos los estudios y tratamientos necesarios, procediendo a la comparación de las historias clínicas correspondientes a cada afiliado.


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Ing. Néstor E. Fernández
Presidente de OSMISS